miércoles, 26 de julio de 2017

Planta de La Oroya podría ser liquidada tras no conseguir compradores en última subasta

La segunda subasta de los activos de Doe Run no consiguió ofertas de compra. El Gobierno evalúa ampliar por un año el plazo para completar la venta del complejo de La Oroya y la mina Cobriza


La última subasta para vender los activos de Doe Run no prosperó debido a la falta de postores. Dirige, administrador de la minera y encargada de encontrar un nuevo operador, señaló que el complejo metalúrgico de La Oroya (Junín) podría ingresar a un proceso de liquidación ordinaria.
Esta mañana se realizó la tercera ronda de una segunda subasta pública. Pero esto fue declarada desierta dado que no se presentó ninguna oferta de compra por la citada planta metalúrgica y la mina Cobriza (Huancavelica), que tenían como precio base US$196,3 millones y es 52% menos que su valor convencional. Con esto se concluyó el segundo remate público que empezó el 6 de julio.
Pablo Peschiera, director de Dirige, dijo que el siguiente paso es la "liquidación ordinaria" del complejo de La Oroya. Añadió, sin embargo, que se ha presentado al Gobierno una solicitud para dar una prórroga de un año para completar el proceso de venta.
"Esperamos que el Gobierno dicte el decreto oportunamente que autoriza la prórroga. Queremos cambiar algunas condiciones de la venta", dijo Peschiera.
Por otra parte, Luis Castillo, representante del sindicatos de trabajadores de La Oroya, pidió la salida de Dirige para buscar un nuevo administrador.

BUSCAR CAMBIOS 

La falta de interés ocurrió pese a que el Gobierno flexibilizó en junio los estándares ambientales para atraer inversionistas, para quienes eran rígidas las reglas de calidad del aire y del agua.

Según Peschiera, persisten algunos "obstáculos" para lograr concretar la venta, como la falta de claridad normativa en el manejo de los pasivos de suelos y las condiciones laborales de los trabajadores exigidas al inversionista.
También afectó una reciente prepublicación de normas referidas a la gestión de sitios contaminados. "Definitivamente esa norma que es bastante extensa va a requerir un estudio de parte nuestra y de parte de los inversionistas también", precisó.
El complejo de La Oroya fue cerrado en el 2009 cuando Doe Run Perú se quedó sin dinero para operar y completar la modernización de la planta.